Evangelizar es anunciar a Cristo vivo, con palabras y con la vida. Todo comienza con el Kerygma: el primer anuncio que toca el corazón y transforma. Sin este encuentro personal con Jesús, no hay verdadera conversión. Leé este post y descubrí por qué el Kerygma es el fuego que enciende toda misión.
¡Id!: La urgencia del mandato misionero
El cristianismo no es solo estudio, oración y santidad; también es misión. La Palabra nos llama constantemente a «ir», como lo hizo Jesús con sus discípulos. Este mandato misionero urgente y constante atraviesa todo el Evangelio, y hoy sigue siendo esencial para la Iglesia. Con la fuerza del Espíritu Santo, estamos llamados a salir, a proclamar y a llevar la Buena Nueva con valentía, juntos y sin demora.
