Juan Marcos, discípulo y colaborador de los apóstoles, nos enseña con su vida las etapas que todo cristiano atraviesa en el seguimiento de Jesús: comodidad, misión, fracaso, rechazo, reconciliación y perdón. Su historia nos invita a reconocer nuestras debilidades y a descubrir que el Señor nunca abandona a quien llama.